Terapia infantil

Muchas veces cuando acuden menores a consulta no saben qué esperar. Sus padres les han dicho que van a un médico, pero no llevo bata blanca, o a un profesor, pero no hacemos fichas. Aquí hay algo que no les cuadra. Esto no les pasa sólo a ellos, sus padres y madres tampoco saben muy bien qué van a hacer. Vienen con una idea clara de "mi hijo está mal y lo tienes que solucionar" pero su cara cambia cuando les digo que primero tenemos que trabajar con ellos, construir un vínculo con sus hijos y que sean ellos mismos los que digan en qué quieren que yo les ayude.


Después entramos en la metodología, los niños creen que vienen a jugar y los padres que vienen a hablar. Sin embargo, una sesión de terapia infantil es mucho más compleja. ¿Hablamos? ¡Por supuesto! ¿Jugamos? También. Para acceder al mundo interior de los menores y cambiar esquemas que se están formando, usamos mucho el juego simbólico, la caja de arena, las pinturas, la plastilina, etc., y porque sean herramientas lúdicas (que permiten que los menores estén relajados) no significa que sean menos potentes. La terapia de juego es una terapia especializada para niños, en la cual a través del juego reaprendemos normas, límites, interacciones sociales y expresamos emocionalmente situaciones que nos preocupan. La caja de arena es una herramienta increíble para reprocesar trauma en los menores, ya sean heridas emocionales del tipo abandono, rechazo, o heridas provocadas por el bullying, las inseguridades, pérdidas de familiares, etc.


Por ello, cuando intento resumir qué es la terapia infantil siempre me encuentro con este problema, es realmente difícil de explicar, y lo intento resumir de esta manera: es una terapia que ayuda al niño, desde su juego, su forma de comunicación, a entender el mundo, entender sus normas y expresar aquello que le pesa y le duele.